Llamando al 112
desde un teléfono fijo o móvil de cualquier lugar de Europa, le atenderá un operador que resolverá su llamada directamente o le transferirá al servicio de urgencia que corresponda. En cualquiera de estos casos, obtendrá la misma respuesta que de un número de urgencia nacional.
Se está equipando a todas las centrales telefónicas de urgencia para que puedan hacer frente a un aumento galopante del número de llamadas; en efecto, cada año se registran en Europa 100 millones de urgencias médicas. Todos los países deben conectar sus servicios de urgencia (ambulancia, bomberos, policía) con las centrales telefónicas de urgencia, y también invertir en las necesarias tecnologías de localización exacta de llamadas para poder responder con rapidez.
Por otro lado, deben hacer lo necesario para que los ciudadanos conozcan el número y sepan utilizarlo correctamente.En la actualidad, el 60% de las llamadas constituyen falsos avisos, lo cual frena considerablemente los tiempos de respuesta.
Se está trabajando en la puesta a punto de una nueva tecnología que permite a los automóviles llamar de forma automática al número 112 en caso de accidente. La UE desearía que todos los coches nuevos estuvieran equipados con este dispositivo de aviso de emergencia (eCall) a partir de 2009. Para que esto funcione, los servicios de urgencia necesitarían recibir y procesar el informe de localización del automóvil.