Sesgos más frecuentes
-Sesgo de confirmación
Este riesgo es una amenaza para todos los enfoques de la recolección de datos. Es el resultado de la tendencia a buscar pruebas congruentes con la lógica de la intervención en vez de buscar pruebas que puedan refutarla.
Al estar sujetos a este sesgo, tanto el equipo de evaluación como los informantes tienden a centrarse en los efectos esperados y sistemáticamente pierden de vista a los factores externos, los efectos no esperados, los efectos negativos, las interacciones con otras políticas, las partes interesadas externas, las opciones de instrumentación alternativas, etc.
Se puede evitar este sesgo apelando a evaluadores independientes y profesionales.
-Autocensura
En determinadas instancias, los informantes pueden mostrarse reticentes a responder libremente a las preguntas, por la simple razón de que sienten que corren un riesgo. Tienden a expresar con rigidez los puntos de vista de su institución o de su jerarquía. Tradicionalmente se combate este sesgo garantizando el tratamiento confidencial de las respuestas. El entrevistador debería además hacer hincapié en las preguntas fácticas y evitar recoger opiniones.
-Estrategia de los informantes
Los que tienen un interés en la intervención pueden distorsionar los elementos de información que proporcionan con el objetivo de acercar las conclusiones de la evaluación a sus puntos de vista.
Se reducirá este riesgo en la medida que el plan de trabajo para la recolección de datos tenga en cuenta todas las partes interesadas, y si se hacen verificaciones cruzadas de varias fuentes de información.
-Muestra no representativa
Este sesgo puede ser preocupante si el equipo de evaluación genera datos cuantitativos a través de una encuesta por cuestionario. También debería ser considerado cuando se utilizan datos secundarios que surgen de una encuesta por cuestionario.
En estas instancias, se debería verificar que la muestra de informantes encuestados sea lo suficientemente amplia y representativa de la población en su totalidad.
-Respuestas inducidas por las preguntas
Este sesgo, al igual que los siguientes, son frecuentes en las entrevistas y cuestionarios.
La manera en la que los entrevistadores plantean las preguntas o la reacción del entrevistador ante las respuestas pueden generar un sesgo positivo o negativo.
Incluso el orden de las preguntas en un cuestionario puede cambiar la sustancia de las respuestas.
Este sesgo será limitado al confiar el diseño y la comprobación de los cuestionarios a profesionales experimentados.
-Sesgo de empatía
Los entrevistados pueden no tener una opinión completamente preestablecida acerca de la pregunta que se les formula. Se esfuerzan en decidir en pocos segundos la respuesta que le darán al entrevistador o al llenar el cuestionario. Al hacerlo, pueden estar sujetos a la fuerte influencia del contexto.
En especial en el caso de las entrevistas, el equipo de evaluación debe crear una atmósfera cordial (empática), por lo menos para conseguir un alto índice de respuestas y concluir rápidamente la encuesta.
La combinación de ambas causas introduce un sesgo positivo sistemático en las respuestas, lo que tiende a sobreestimar los beneficios de la intervención y a subestimar el rol que desempeñan los factores externos.
Este sesgo es evitable si se confía en entrevistadores adecuadamente capacitados.
-Sesgo de selección de muestras
Las personas que aceptan ser entrevistadas pueden no ser representativas del público meta en general.
Se podría controlar este sesgo emprendiendo una encuesta cualitativa especial de algunos "no encuestados", sabiendo que este ejercicio implica costos adicionales.
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