Algunos observadores no lo podían creer, pero la UE salió con ímpetu renovado tras las maratonianas discusiones que finalizaron en la madrugada del 23 de junio. El Presidente Barroso se congratuló del resultado: “llegar a un acuerdo suponía para la Unión una prueba de credibilidad. Este Tratado de Reforma demuestra que Europa es capaz de actuar.”
Los dirigentes de la UE hallaron soluciones a una serie de temas difíciles. Con el nuevo texto, la Carta de los Derechos Fundamentales será vinculante. La UE tendrá un Alto Representante de asuntos exteriores y política de seguridad, así como un Presidente permanente; entre los otros avances figuran el mayor peso de los parlamentos nacionales y el menor número de comisarios a partir de 2014.
"Era muy importante llegar a un acuerdo sobre una estructura y un mecanismo de trabajo que dejaran a la UE mejor equipada para hacer frente a los retos del siglo XXI", dice en su blog Margot Wallström, Vicepresidenta de la Comisión.
Se han tenido presentes los votos negativos de Francia y los Países Bajos en 2005. Ahora, una conferencia intergubernamental determinará de qué manera hay que modificar los tratados actuales para conseguir que una UE de tamaño mucho mayor pueda ser más eficiente, responder a las expectativas democráticas de sus ciudadanos y funcionar mejor en el resto del mundo. Se espera disponer de un texto para finales de 2007.
El nuevo Tratado deberá ratificarse en todos los Estados miembros antes de las elecciones al Parlamento Europeo en 2009. Una vez ratificado, entrará en vigor en 2009.
Declaración del Presidente José Manuel Barroso (3'53")
Extractos de la rueda de prensa de la Presidencia (5'13")
Consejo europeo de Bruselas - 21 y 22 de junio de 2007 - conclusiones de la presidencia
Declaración de Berlín